miércoles, 11 de febrero de 2009

De por qué todas las mujeres me recuerdan a Leonor Watling.


Pues por una serie de motivos que no voy a enunciar en este blog.
En verdad el tema de la entrada es otro totalmente distinto, mucho más banal y mundano.
Hoy me han instalado la toma de tierra en el piso; me llena de alegría pensar que ya no hay peligro de que el día menos pensado me quede pegado a la vitrocerámica.
Ahora sólo me falta que me quiten las humedades de la pared (son como las caras de Bélmez, pero con moho) y que me traigan un gato. Ah, y el coche, que según parece me lo están dando en piezas por medio de fascículos, para que lo monte como si fuera un sofá del Ikea. El título del fascículo de esta semana es "tunea tu buga to wapo, tronco", con un extra a todo color sobre los modelos de loro de Blaupunkt que le puedes incrustar al salpicadero, y con él viene el reposa-cabezas del asiento del copiloto. Igual este sábado ya puedo pasearlo por Palma, para asombro de las nenas y satisfacción de los policías locales ponedores de multas.
Que San Rod Stewart os bendiga.